sábado, 10 de noviembre de 2007

Regalar una Sonrisa

Dicen que regalar sonrisas es lo más bonito que hay, por que satisface tanto al que las recibe como al que las otorga.

Pienso que lo mejor que te puede pasar es que la vida te sonría. Que te sonría a través de la mirada interesada de un niño. Que te sonría a través de la música que se escapa por la ventana de un vecino. Que te sonría a través de los besos y caricias de una persona querida. Que pienses que todo lo que tocas, miras, oyes y sientes te está sonriendo.

Además pasa un fenómeno curioso. La sonrisa contagia. Si tu sonríes a alguien te corresponde (si tu sonrisa es sincera claro). Pero, ¿qué pasa cuando tú sonríes a la vida? ¿Qué pasa cuando, a pesar de que a ti no te sonría, tú la desafies? El esfuerzo es tan grande, tan agotador. Siempre desafiante, siempre sonriente. Hay gente que se rinde. Dejan de sonreír a la vida, y entonces mueren por dentro. Porque por muy mal que vayan las cosas, la sonrisa lo arregla todo. Y entonces llega el día en el que contagias a la vida, y te devuelve su sonrisa


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